¿Qué dice la ciencia sobre las apariciones?

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En el campo científico, un vasto grupo de peritos en medicina y demás ciencias afines –cuyos resultados han sido publicados– han estudiado con rigor y con pericia, la salud mental de los “videntes” y el inexplicable estado de éxtasis durante las “apariciones”, excluyendo así el fraude o manipulación de segundas personas. De estas investigaciones cabe recordar.

 a) Un grupo médico francés en los años 1984 y 1985 coordinados por el Prof. Henri Joyeux. 

b) Un grupo médico italiano bajo la dirección del Prof. Luigi Frigerio en los años 1985 y 1986. 

c) Una comisión científica internacional de Milán en 1986 sobre la evaluación psiquiátrica y salud mental de los “videntes”. 

d) En el año 1989, una investigación psicofísica realizada con más de diez especialistas, bajo la dirección del Prof. Andreas Resh y el Dr. Giorgio Gagliardi.

Por lo mismo, la ciencia se pronuncia: Los videntes son personas normales, hablan de lo que ven y oyen, como cualquiera de nosotros. 

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El P. Stefano de Fiores, uno de los más conocidos y autorizado mariólogos italianos se expresa así “En general y brevemente se puede decir que, cuanto a las apariciones sobre las que la Iglesia se ha pronunciado, se recorre un camino seguro. Tras un discernimiento, a menudo han sido los Papas los que han dado ejemplo de devoción, tal como ocurrió con Pablo VI cuando fue peregrino a Fátima en 1967 y sobre todo con Juan Pablo II que ha ido peregrinando a los principales santuarios del mundo. 

La apariciones son un signo de Dios para nuestro tiempo. Deben ser conducidas al Evangelio, que es la revelación fundamental. Podemos ver en las apariciones signos proféticos que vienen de lo alto para prepararnos para el futuro. 

Tal como previó san Luis María de Monfort los últimos tiempos verán como un nuevo Pentecostés, una abundante efusión del Espíritu Santo que producirá dos efectos: una santidad más elevada y un celo apostólico que llevará a la evangelización del mundo. 

Pero antes de que la Iglesia se pronuncie ¿qué pensar de las apariciones de Medjugorje? No está bien desinteresarse de las apariciones, no hacer nada. San Pablo invita a los cristianos a discernir. La gente debe hacerse una idea, una convicción, según la experiencia que haya tenido en el lugar o en contacto con los videntes. Ciertamente, nadie puede negar que en Medjugorje se tiene una profunda experiencia de oración, de pobreza, de sencillez, y que muchos cristianos alejados o distraídos, allí han sentido una llamada a la conversión y a una auténtica vida cristiana. Para muchos Medjugorje representa una preevangelización y un modo de reencontrar el buen camino. Cuando se trata de experiencias, éstas no pueden negarse”. 

Notemos que las apariciones siguen y por lo mismo no se dará un juicio hasta que acaben. Por el fruto conocemos el árbol. Y los frutos que la Iglesia recibe en Medjugorje indican que él árbol es sano. Que allá actúa la gracia. Los que llegan al valle santificado por la presencia de María, se han sentido atraídos por un imán misterioso. 

En los días de Medjugorje se inicia un camino que nos lleva al encuentro con Jesús a través de una intensa vida sacramental. 

Según el teólogo Urs von Balthasar: “El más grande infortunio es no creer en la venida de la Madre de Dios a Medjugorje”. 

“Referente a las conversiones, nunca se han registrado tantas en tan poco tiempo en la historia de la Iglesia. En Medjugorje podéis hallar peregrinos de China que han hallado la conversión. Os puedo decir que muchos hebreos (algún director de TV) se han convertido. Médicos, científicos. Es notable el número de hermanos separados que han venido a la unidad de la Iglesia” (P. Jozo).